Desde aquel lejano 1920, cuando nuestros bisabuelos montaban con ilusión su rudimentario proyector para llevar la magia del cine mudo a los vecinos, hasta hoy, con nuestras pantallas de última generación, hemos vivido la evolución del cine como arte y como tecnología.
Hemos sido testigos del paso del cine mudo al sonoro, del blanco y negro al color, del celuloide al digital. Hemos proyectado en tiempos de escasez y en tiempos de abundancia, durante la posguerra y durante el boom económico, en la Movida madrileña y en la era de las plataformas digitales.
Y en todo este recorrido, una cosa ha permanecido constante: la magia de compartir historias bajo el cielo estrellado de Madrid, la comunión entre el público que ríe, se emociona y aplaude al unísono en las cálidas noches de verano.
Detrás de cada proyección hay un equipo de profesionales apasionados por el cine:
Y todos liderados por la sexta generación de una familia que lleva el cine al aire libre en la sangre, manteniendo vivo un legado centenario.
Madrid, con su clima privilegiado y sus noches cálidas, ofrece el escenario perfecto para esta experiencia. Desde finales de mayo hasta principios de octubre, nuestras pantallas se iluminan cada noche en diferentes ubicaciones de la capital, transformando plazas, parques y espacios emblemáticos en improvisadas salas de cine al aire libre.